La libertad de expresión es pilar fundamental del sistema democrático, por lo que su defensa debe entenderse como un compromiso ético a ser asumido por todos los ciudadanos pertenecientes a una comunidad política , si esta está fundada en principios como la libertad, la tolerancia, la pluralidad y diversidad. El fortalecimiento de este principio, es tarea fundamental, que exige de constante atención y esfuerzo, por parte de todos los sectores de dicha comunidad política, bien sea por aquellos pertenecientes a la sociedad civil, o bien sea por aquellos que conforman las diversas instancias gubernamentales. De este modo, los ciudadanos deben conjuntar fuerzas, para robustecer la libertad de expresión y exigir a sus gobiernos, las garantías institucionales de la libertad de expresión, como elemento esencial del estado de derecho, del que deben gozar todos los ciudadanos por igual. En otras palabras, es necesario que la pluralidad ciudadana que conforma la sociedad civil, así como las diversas instancias que conforman los gobierno democráticos, aboguen conjuntamente por la consolidación de una institucionalidad sólida, en favor de la libertad de expresión, respetando todas sus expresiones y formas, como un rasgo definitivo de la vida en una comunidad libre.
La Asamblea Nacional es el espacio de acción política, connatural a los ciudadanos, pues aquí es donde mejor logran participar en los asuntos públicos de forma protagónica, concretando, principios en leyes, virtudes en normas, y buenas prácticas en procedimientos contralores. Es así que, desde la Asamblea Nacional, pueden impulsarse leyes que recojan el compromiso democrático con la libertad de expresión, favorecer todos los esfuerzos en este sentido y hacer una efectiva supervisión del modo como se implementa dicha jurisprudencia en el quehacer ciudadano y gubernamental de nuestra comunidad política venezolana en particular.
Vale la pena considerar que el rol de diputado no sólo es legislador y contralor, sino también significativamente didáctico con el resto de la sociedad venezolana, por lo que desde una diputación se debe hacer pedagogía moral al resto de la sociedad civil, encarnando la reserva moral y de principios, a los que aspira la comunidad política venezolana en cuestión, por lo que el compromiso con laa libertad de expresión debe ser honesto y vehemente al defender la libertad de expresión.
Mi postulación a la diputación por el estado Sucre, está fundada en la certeza de que sólo desde esta instancia legislativa es posible fortalecer la libertad de expresión con un andamiaje jurídico adecuado, de amplio alcance y profundo sentido democrático, que logre mejorar las condiciones, canales y espacios en los que se desarrolla la libertad de expresión de los ciudadanos. En atención a lo anterior propongo como candidata a diputado: 1.- La. ley de libertad de expresión digital que maximice la participación protagónica de los venezolanos en los asuntos públicos, por medio de la generación de matrices de opinión y formas de expresión, sirviéndose de canales digitales de comunicación. 2.- La ley de desarrollo de espacios digitales y apoyo a la libertad de expresión ciudadana, por medio del uso de los recursos públicos para favorecer las condiciones técnicas y jurídicas que favorezcan la libertad de expresión y 3.- La ley de formación de ciudadanos digitales y libertad de expresión en redes, que busca iniciar una didáctica y enseñanza de las aptitudes y destrezas necesarias para garantizar la libertad de expresión en los canales digitales.